El oso polar sólo tiene un enemigo entre los otros
animales que viven en las heladas aguas cercanas al polo norte: la morsa macho.
Nunca se le ocurre enfrentarse a una morsa macho, a pesar de que le gusta cazar
focas. Pero sólo se atreve con las hembras y con las pequeñas crías. A los
machos los evita siempre que puede, hasta el punto de que, cuando una morsa
macho nada cerca, el oso no entra en el agua. Si no puede evitar el
enfrentamiento, el oso polar suele salir derrotado, ante los poderosos y
afilados colmillos de la morsa macho. Las otras especies de osos-sobre todas
las especies de oso pardo y de oso negro americano- tampoco tienen muchos
enemigos en los bosques donde viven, porque son muy fuertes y feroces. Tan sólo
los oseznos y los osos jóvenes pueden ser atacados por el puma, el feroz felino
de América.
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